Oaxaca de Juárez, 2 de octubre.
FRENTES POLÍTICOS
EXCÉLSIOR
I. Otra raya al tigre. Guillermo Padrés, el exgobernador de Sonora, sigue acumulando delitos. Todo indica que en su conjunto las áreas de su administración fueron contaminadas por la corrupción. Lo más reciente: un presunto desvío de más de 700 millones de pesos en el rubro educativo. Los legisladores del PRI en el estado exhortaron a la Auditoría Superior de la Federación para que informe sobre esa supuesta irregularidad. Otra. A Padrés, además, se le imputan operaciones con uso de recursos de procedencia ilícita por 8.8 millones de dólares, dinero que, de acuerdo con las primeras investigaciones fue obtenido mediante sobornos. Ya hay orden de aprehensión. ¿De un momento a otro?
II. Nada bien. Pasan las semanas y la situación en Morelos no se resuelve. La presión ciudadana para que el gobernador perredista Graco Ramírez renuncie a su cargo aumenta a niveles ya insostenibles. Ayer sábado inconformes cerraron la autopista México-Acapulco en ambos sentidos, luego de que Ramírez decidiera realizar su cuarto Informe de Gobierno en las instalaciones del World Trade Center, en el kilómetro 112 de dicha carretera, hasta donde llegaron los inconformes. El Mando Único protegió al gobernador e impidió el ingreso de los manifestantes al lugar. Nadie lo protege de la mala actuación que ha tenido y que tiene a la gente enfurecida pidiendo que se vaya.
III. Popularidad ficticia. Alejandro Moreno, el gobernador de Campeche, cree que todo va bien en su gestión. Pero 60.5% de los campechanos desconfía de “Alito”. La Encuesta Nacional del Gabinete de Comunicación Estratégica arrojó que 45.5% no cree vivir en “el estado más seguro” y que el 60.5% desconfía de su mandatario. A la pregunta de “si el gobernador fuera su vecino y usted tuviera que ausentarse de casa por varios días, ¿le confiaría las llaves?”, sólo el 36.9% respondió que sí y el 60.5% que no. Sus gobernados le exigen dejar a un lado las cifras alegres, que se baje de sus camionetas blindadas y que garantice la seguridad a los campechanos. ¿Puede?
IV. Reprobado. Quien de plano no levanta a su entidad es el gobernador Carlos Mendoza Davis. Baja California Sur está cada vez peor. Al doble o más de la media histórica subió el índice delictivo en materia de homicidio en el estado, reveló el Semáforo Delictivo. El proyecto social ciudadano, que se alimenta de denuncias y esfuerzos de transparencia de autoridades, indicó que La Paz presenta los índices delictivos más altos. BCS es el lugar 13 en cuanto a homicidios a nivel nacional y el cuarto en robo de autos. Imagínese: La Paz es el municipio 25 más inseguro de México. Échele cuentas, en todo el país hay dos mil 440 municipios. Y BCS, con sólo cinco, nomás no puede.
V. Avance saludable. José Narro Robles, secretario de Salud federal, estuvo en Colima y habló con los jóvenes sobre un tema en el que hay que pensar seriamente: los embarazos en adolescentes. Está decidido a proporcionarles información y acciones de prevención en temas de salud. Narro trabaja en una cultura del autocuidado en salud sexual y reproductiva mediante la firma del convenio “Échale Neurona”. Durante la jornada de ayer, en la que, por cierto, felicitó al gobernador José Ignacio Peralta, por su cumpleaños, Narro puso en marcha tecnología de vanguardia para atender problemas oncológicos. Está en todo. En la ceremonia de Reinstalación de la Red Colimense de Municipios por la Salud expresó que los valores y los principios deben ser compartidos por todos los equipos de trabajo y ponerlos en la práctica. Y llamó a los funcionarios a la honestidad que, por cierto, tanto les falta.
(La mayoría de medios no difunden sus columnas este día)