Sarai Jiménez
Oaxaca de Juárez, 30 de octubre. Las figuras de dulce de anís, una tradición que se resiste a perderse en el tiempo gracias al trabajo de una joven que aprendió la elaboración de este dulce por su madre, quien siendo una niña la obligaba a decorar los que vendían, en la Central de Abasto de la Ciudad de Oaxaca aún es posible encontrarlos, así como el de semilla de calabaza.
Xindihui Jiménez Pérez, relata su historia mientras ofrece a sus clientes sus exquisitos dulces de Ejutla de Crespo.
“Mis papás eran originarios de Ejutla, la receta de la elaboración del dulce de anís es familiar, yo tendría 13 años cuando mi mamá me ponía a decorar el dulce”.
“Actualmente mi tía y yo seguimos elaborándolo, somos una de las tres únicas familias de la comunidad que continúan con esta tradición que podría perderse debido a que los jóvenes desconocen el proceso”, aseguró.
Y es que dijo que con el paso del tiempo algunos productores de Ejutla han tratado de imitar la elaboración de este singular dulce modificando el sabor del anís con otros sabores como el de la uva.
“La falta de conocimiento y de inculcar la tradición podría originar que se pierda, anteriormente había una feria del dulce en Guelaguetza que ahora ya no se organiza, ese era un buen momento para vender”, afirmó Xindi.
Con una sonrisa, señaló que su familia tiene la mejor disposición de enseñar la técnica de elaboración para que no se pierda la tradición.
“Mi tía es un poco hermética pero con tal de que no se pierda yo si doy la receta, es mucha paciencia para hacer este dulce, se elabora más por amor que por ganancia”, resaltó.
Detalló que este dulce es muy laborioso ya que se ocupan hasta 20 horas para hacer una sola figura de angelito o bruja que básicamente contiene azúcar, esencia de anís y alcohol.