Oaxaca de Juárez, 10 de junio. Pasar tiempo al sol es, en principio, algo saludable, pero ante la sobreexposición a la luz ultravioleta hace falta protección. El cáncer de piel es uno de los más comunes, según la Academia Americana de Dermatología: el 20% de los estadounidenses desarrollará cáncer de piel en algún momento de sus vidas, si las tendencias actuales continúan.
Aunque no todos los cánceres de piel son igual de peligrosos, el melanoma, el tercero más frecuente, es extremadamente mortal si no se encuentra a tiempo, y, según la Sociedad Americana del Cáncer, está en aumento: en los Estados Unidos, en 2017, se diagnosticarán alrededor de 87.110 nuevos casos.
Pero, afortunadamente, el melanoma es muy tratable si se detecta con tiempo suficiente, y otro dato positivo es que, generalmente, hay un síntoma muy revelador: un lunar, mancha o marca en la piel. Y existe una manera fácil de evaluar esos lunares, que puede recordarse con el acrónimo ABCDE.
Para reconocer si estamos ante una mancha peligrosa, Amy Derick, profesora de dermatología en la Universidad Northwestern, dio estas directrices a la publicación Bussiness Insider:
A significa asimetría. Si la mitad de un lunar se ve diferente de otra, entonces eso es una señal de que podría ser canceroso.
B significa irregularidad en los bordes. Los bordes irregulares, mal definidos o borrosos pueden ser un signo de melanoma.
C es por el color. Los lunares particularmente oscuros o multicolores pueden conllevar riesgos.
D significa diámetro. Una mancha mayor de unos tres centímetros de diámetro es una señal para ir al médico, aunque el melanoma puede ser más pequeño.
E es de evolución. Un lunar que modifica su tamaño, forma o color puede ser peligroso.
El experto advierte que ante cualquier indicio, la primera medida que hay que tomar es consultar a un dermatólogo. También recomienda que, en caso de tener lunares, realices un autoexamen mensual, examinando cuidadosamente cualquier cambio o mancha nueva que aparezca.
El cáncer es una de las enfermedades más extendidas y más estudiadas, y una de sus principales complicaciones es la metástasis. Un nuevo estudio publicado en Nature Cell Biology desvela el mecanismo que permite a las células madre del cáncer de mama escapar al sistema inmune y generar tumores en otros órganos, es decir, generar la metástasis. Según la investigación, realizada por científicos de la Universidad de Princeton (EE.UU.), las células madre cancerosas utilizan programas genéticos propios de las células madre normales para adquirir propiedades extra, lo que les confiere la capacidad de adaptación para ser más agresivas, iniciar el crecimiento tumoral, la metástasis y la resistencia a la quimioterapia.
Con información de:www.nmas1.org
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