Oaxaca de Juárez, 16 de octubre. 1ER. TIEMPO: Margarita, la mejor entre lo peor. La salida de Margarita Zavala del PAN fue, al mismo tiempo, la entrada al selecto club de los independientes que buscarán la Presidencia en 2018. “Bienvenida”, la recibió Armando Ríos Piter, que apenas la semana pasada obtuvo su registro como independiente. Emilio Álvarez Icaza la saludó tirando la toalla: tan pronto como ella se fue del PAN, él decidió ya no buscar más llegar a Los Pinos como candidato sin partido. Los independientes comenzaron a ser multitud y listos para el canibalismo. Será la pelea de los candidatos enanos, aquellos que, salvo excepciones, cambiaron el viejo paradigma de quienes no eran reconocidos por sus partidos para cargos de elección popular, se iban con los adversarios de enfrente que los cobijaban. Ahora, ante la crisis de los partidos, los viejos cuadros partidistas optan por la vía independiente. La señora Zavala será la última en montar ese caballo, aunque por los números que salieron tras su renuncia, si bien es la mejor posicionada de todos quienes buscarán la Presidencia sin partido detrás, no tiene posibilidades de hacer nada en la elección del próximo año. Ni la señora Zavala ni otro independiente tienen músculo electoral. Según la encuesta de Buendía&Laredo levantada este fin de semana, ella o cualquier otro candidato de su especie obtendrían uno de cada tres votos que lograría el candidato del Frente Ciudadano por México, léase su archienemigo Ricardo Anaya, líder del PAN, o el otro posible candidato, Miguel Ángel Mancera, el jefe de Gobierno de la Ciudad de México que es ciudadano, pero con máscara del PRD. En una competencia frente a Anaya, la señora Zavala no estaría a la altura de competir. Si fuera candidato del PAN, casi le duplicaría la votación; si aspirara por el Frente, tendría 250% más votos que ella. La señora Zavala sostiene que ella es la opción frente a Andrés Manuel López Obrador. No hay manera como independiente. Por cada cuatro votos del jefe de Morena, ella obtendría uno. Ni al PRI le ganaría; su voto frente a un candidato tricolor quedaría a ocho puntos porcentuales. Que nadie se haga ilusiones. Ella, mucho menos.
2O. TIEMPO: El detonante del sueño. En septiembre de 2014, después de emular a Moisés durante su retiro en el Monte Sinaí, y pasar una semana en los nada famosos cerros de Monterrey cavilando sobre su futuro, Jaime Rodríguez tuvo una inspiración divina. Corrió a su esposa para decirle que él, que era un priista de cepa, que representaba al arcaico sector campesino, dejaría el partido y se lanzaría en busca de la gubernatura de Nuevo León como independiente. Poco más de 30 años atrás, El Bronco, como se autonombra, había capturado la mirada del gobernador neoleonés, Alfonso Martínez Domínguez cuando le organizó una huelga de transporte por elevar las tarifas. Rodríguez era líder estudiantil y no dudó en acudir a una invitación a las oficinas del gobernador y comenzar a trabajar con su equipo, independiente de nacimiento, priista por una generación, como diputado local, federal y alcalde. Si quería crecer, se tenía que ir. El Bronco llegó a la elección en el momento adecuado. El gobierno priista de Rodrigo Medina estaba manchado de corrupción por todos lados. El fuerte panismo regio estaba dividido entre los doctrinarios y los casineros. Los neoleoneses estaban cansados, y a los empresarios, que son quienes financian las campañas, ni les gustaban los aspirantes panistas, ni se inclinaron por el PRI. Por más mensajes que mandaron a la Ciudad de México, les enviaron a la senadora Ivonne Álvarez, vinculada a los sindicatos que tanta repulsa les causan, como candidata. Voltearon hacia el establo de El Bronco. Le inyectaron dinero —que él niega—, le pagaron su campaña en Google —que tampoco reconoce—, y le crearon las condiciones para que, con dinero y sistemática campaña en el periódico El Norte, la balanza se inclinara hacia él. Un mes antes, una bolsa de varias decenas de millones de pesos ayudó a convencer voluntades y cambiar lealtades priistas y panistas hacia la opción independiente. Ganó la elección dos a uno, con 48% del voto, histórico registro con un amplio mandato que se le ha ido desvaneciendo por su errático gobierno. Pero eso no importa. Si el gobierno federal lo necesita como esquirol, mucho lo ha ayudado para mantenerlo a flote. El iluminado gobernador está listo para su siguiente aventura, aunque su papel sea de sacrificio.
3ER. TIEMPO: La política no es un Teletón. Durante 17 años consecutivos, Pedro Ferriz de Con fue la voz y la cara del Teletón. Gran animador, el veterano comunicador era el eje alrededor del cual giraba con donaciones multimillonarias la filantropía mexicana. Ferriz de Con fue, durante una generación, una de las voces más influyentes en la radio mexicana, que creció en exposición como se fue agudizando su conservadurismo político. Todo lo que se opusiera a su ideología, lo consideraba una amenaza. Fustigó a Andrés Manuel López Obrador como un populista y demagogo, y a Enrique Peña Nieto lo llamó un “ignorante” que estaba acostumbrado a robar”. A Julio Scherer, emblema de la prensa independiente, lo acusó de corrupto, aunque tuvo que rectificar porque nunca pudo probar la acusación contra él. Ferriz de Con le abrió espacios a Carmen Aristegui y a Javier Solórzano cuando era más importante que los barones de los medios, y tampoco tuvo reparos en deshacerse de ellos cuando ya no los necesitaba. Creció de comunicador a bróker a empresario exitoso y se hizo socio de un empresario de medios en ciernes, Olegario Vázquez Raña, a quien también quiso doblegar y perdió. Se le esfumaron los espacios para influenciar la opinión pública y comenzó a desaparecer de las marquesinas. En 2016 decidió poner fin a una carrera de 38 años como comunicador y se lanzó abiertamente a la política. Apenas en septiembre pasado, se registró como candidato independiente. De todos aquellos que aspiran a la Presidencia como candidatos sin partidos, es el único que realmente no creció, abrevó y lucró políticamente de los partidos. Pero no es suficiente, cuando menos hoy en día. Según la encuesta de Buendía&Laredo, si este domingo fueran las elecciones, Ferriz de Con obtendría 3% del voto. Sólo El Bronco Jaime Rodríguez está debajo de él. No le alcanzará a hacer ningún papel decoroso, ni hoy ni, por lo que se puede pronosticar, el próximo año. La política, aunque sea independiente, no parece ser lo suyo.