Eje Central
Oaxaca de Juárez, 17 de febrero. Habrá quienes se sientan incómodos con el sabor de la mariguana y sus efectos, así como hay quienes no perdonan un aquella ley charolastra de ‘un toque al día, la llave de la alegría’, pues para esos amantes del sabor de la hierba los barman de Estados Unidos, están diseñando bebidas con este sabor.
Los maestros del cóctel están probando dos tipos de bebidas: cócteles con THC (tetrahidrocannabinol, la parte potente de la hierba y que es legal) y cócteles diseñados para imitar los sabores reales y herbales de la mariguana.
En comparación con los comestibles, en donde se usan extractos de la planta en forma de aceite o mantequilla, las tinturas (esencias de hierbas que son extraídas mediante la maceración en alcohol) son el vehículo preferido para las bebidas. Los barmans utilizan Everclear u otro alcohol de alta graduación para extraer el THC de la planta.
Pero incluso en los estados donde la mariguana recreativa es legal (Alaska, Colorado, Oregon y Washington), el consumo público generalmente está prohibido, lo que imposibilita las reuniones ‘verdes’ en bares o restaurantes. La experimentación de vanguardia se da en eventos privados y en la clandestinidad.
Estas no son bebidas a las que sólo se les añade hierba; son cócteles diseñados para destacar (o, cuando tenía más sentido, minimizar) los sabores y aromas de las cepas específicas de mariguana utilizada.
“Recuerdo que pensé, esto abre una nueva puerta en los cócteles”, recuerda Mike Stankovich, que creó las bebidas para el evento y hoy es gerente del bar Alameda en Brooklyn. “Nadie habla de ello, pero sales a beber cócteles para sentir algo, como quiera que lo llames, para relajante o distenderte. En términos de beneficios recreativos, estás abriendo la ventana un poco más”. Stankovich no sirve ahora esos cócteles, pero le gustaba tanto el Painkiller que ofrece una versión falsa en el Alameda, hecho con shiso en lugar de cannabis.
Suena a una combinación de alto voltaje eso de mezclar alcohol y mariguana, muy como el coctel Old Fashioned. “No es la manera más responsable de consumir alcohol o cannabis”, insiste Jane West, dueño de Edible Events, una compañía que organiza eventos con cannabis y cuya sede está en Denver, Colorado.
Scott E. Lukas, profesor de psiquiatría en la Escuela de Medicina de Harvard, está de acuerdo, y ha investigado bastante sobre los efectos combinados del alcohol y la mariguana para respaldar su opinión.
“Las personas no son buenas para reconocer cuando se combinan los efectos de las dos drogas”, señala. “Te ralentiza, afecta tu capacidad para tomar decisiones, y el alcohol hace que tomes más riesgos.”
Lukas está especialmente preocupado por las personas que quisieran intentar manejar después de haber bebido licores con THC. Su investigación ha demostrado que el tetrahidrocannabinol puede afectar la percepción del tiempo y la distancia hasta 24 horas después del consumo, incluso si el efecto máximo se desvaneció hace mucho.
Otra preocupación: los bebedores compulsivos podrían no notar el reflejo protector de depuración que aparece tras el exceso, ya que el THC ayuda a combatir las náuseas y los vómitos (esta es una razón por la que a menudo se prescribe a pacientes con cáncer).
INDUSTRIA EN CRECIMIENTO
El mercado del cannabis legal en Estados Unidos creció 74 por ciento en 2014, a 2.7 mil millones de dólares, un aumento de 1.5 mil millones frente a 2013, de acuerdo con ArcView Group, firma de investigación e inversión en la industria de la mariguana con sede en Oakland, California.
Esto hace que sea una de las industrias de más rápido crecimiento en Estados Unidos. Stankovich piensa así: “En 30 años a partir de ahora, vas a tener Stoli sabor mariguana”.