Firme gasolinazo ante el desvío de atención popular
Abel Santiago
Oaxaca de Juárez, 26 de enero. Nunca se había dado el caso de que se hiciera tanta publicidad mundial a la elección de un presidente de una nación, como la que se ha dado al de Estados Unidos, que con el mayor escándalo universal tomó posesión del cargo el viernes 20 de este mes. Ningún medio de comunicación dejó de ocuparse de él insistentemente durante más de un mes, y creo que tampoco ningún comunicador. Lo mismo ocurrió con la opinión popular, y más con la de la clase política, oficial o no. Grupos pequeños y grandes multitudes, espontáneos, improvisados u organizados, realizaron manifestaciones supuestamente de protesta o en contra, tan iracundos como no lo hacen ni ante una imposición de gobierno o un golpe de estado. Algunos atarantados dijeron que se trataba del presidente más impopular, seguramente porque no saben lo que es la popularidad, que puede ser negativa o positiva. En todo el territorio nacional las manifestaciones de repudio fueron constantes, porque Enrique Peña Nieto le demostró sometimiento desde que los republicanos lo declararon su candidato, lo que motivó que inventara la construcción del muro fronterizo y la expulsión de todos los mexicanos que residen allá ilegalmente, sobre todo de los braseros. El pueblo se sintió agraviado, pero en lugar de expresar su descontento contra quienes lo invitaron a Los Pinos para humillársele, lo hicieron contra el magnate. De todas maneras, este proceso electoral estadounidense fue uno de los grandes distractores de la opinión popular para desviarla del candente tema del gasolinazo, por el que se peleaba su derogación.
Otra de las grandes jugadas para afianzar el golpe más fuerte a la economía nacional, fue la negativa de amparo solicitado con mucha anticipación por Joaquín Guzmán Loera para no ser extraditado a los Estados Unidos, y su entrega inmediata a la “justicia” gringa, precisamente en el momento de toma de posesión del odiado nuevo presidente, como un primer obsequio de su incondicional vecino. Parece que a nadie interesa lo que ocurra a un narcotraficante, pero a este se le ha dado demasiada importancia, sobre todo por el gobierno federal, que lo ha sabido utilizar como gran distractor cuando lo necesita, desde tiempos de los ineptos gobiernos panistas hasta nuestros días, que en las grandes turbulencias del peñanietismo se le ha capturado, permitido su escandalosa fuga y coincidente reaprehensión, hasta que fue indispensable su deportación. Otro caso, también promovido desde Los Pinos para el mismo fin, es el de revivir lo que por infame se había suprimido, lo de la “Mochila Segura”, por el que se criminaliza anticipadamente a niños y adolescentes, aprovechando despiadadamente la triste y lamentable situación que vive una familia de Monterrey, cuyo hijo de 15 años, que sufre trastornos mentales, disparó con una pistola calibre 22 contra su maestra y compañeros en el interior del salón de clases del Colegio Americano del Noroeste, ubicado en el centro de esa ciudad, para luego suicidarse dándose un tiro en la boca. Como antecedente de este joven figura su enfermedad, la afición de su padre a la cacería y haberle enseñado el manejo de las armas, pero el gobierno federal no debió haberlo aprovechado para fines convenencieros.
En la mayoría de las entidades de la República, también ha habido informaciones que absorben la atención ciudadana y la desvían del problema central que había querido solucionar mediante la unión y combatividad. En Oaxaca tenemos de nuevo a la clase política, la aglutinada principalmente en los partidos registrados, a los que se les acaba de asignar 131 millones 330 mil 320 pesos como financiamiento para este 2017, además de que se solicita al gobierno del estado una ampliación presupuestal de más de 21 millones de pesos, con referencia al rubro de prerrogativas autorizadas por el Congreso del Estado. Es así como se les mantiene sometidos al control oficial, aprobando todas las iniciativas de los gobiernos federal y estatal, y como los líderes no enarbolan las causas que defiende el pueblo sino las que se les imponen. Otra información sorpresiva fue la elección del nuevo secretario general de la sección 22 de la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación, Eloy López Hernández, egresado de la Escuela Normal Isidro Burgos, de Ayotzinapa, Guerrero, en la que estudiaban los 43 estudiantes desaparecidos, y que tienen antecedentes de propiciar movimientos rebeldes, como el que actualmente llevan a cabo los normalistas de la entidad, que pretenden plazas automáticas sin sustentar los exámenes de competencia que señala el reglamento respectivo. Otro antecedente de este nuevo dirigente de los oportunistas líderes magisteriales, es que fue uno de los principales participantes de la agresión a las fuerzas armadas en Nochixtlán, el 9 de junio de 2016, cuando se pretendía el desalojo magisterial de la carretera internacional. Esto nos confirma la continuidad del vandalismo que encabezó Rubén Núñez Ginez.
Ante el anuncio de un nuevo gasolinazo durante el próximo mes de febrero, que sería mayor al que se llevó a cabo el primer día de este mes, han surgido nuevos brotes de inconformidad y se ha reiniciado la lucha contra el actual, llamándose a fortalecer la unidad nacional mediante diferentes formas de protesta, como dejar de pagar impuestos y servicios oficiales, para lo cual ya están programadas algunas manifestaciones y concentraciones masivas, que esperamos no vuelvan a desviarse con otras actitudes alarmistas oficiales como las señaladas, porque confirmarían la crisis económica vivida desde el inicio de este sexenio, que en los últimos meses ha dañado más a las clases marginadas y desprotegidas. Asimismo, lo deseable es que no siga firme el gasolinazo actual, como pareció con el desvío de la atención popular.
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