Oaxaca de Juárez, 8 de mayo. En México existe un mercado negro de facturas apócrifas con un valor estimado por fiscalistas en por lo menos 100 mil millones de pesos anuales, pero podría ser infinitamente mayor, afirmó Herbert Bettinger, Socio Director de la firma Bettinger Asesores.
“Los que están en ese negocio inundan el mercado y sólo los puedes detectar a través de auditorías; y cuando llega a la auditoría se encuentra un enjambre de empresas que se han cruzado facturas, y cuando llegas a la última factura, se encuentra una empresa pyme cuyos activos son 500 pesos y quién sabe dónde esté el domicilio”.
Ante esta situación, consideró necesario que los gobiernos estatales y municipales coadyuven con el SAT a combatir ese problema, al que se refirió como “un cáncer que no han podido detener”.
Facturas ¿auténticas?
Según datos del Servicio de Administración Tributaria, de 2005 a marzo de 2017 se han emitido 28 mil 275.7 millones de facturas; y desde 2011, año a partir del cual se tiene registro de los emisores, 6 millones 633 mil 911 contribuyentes han emitido al menos una factura electrónica.
De acuerdo con la misma fuente, sólo de enero a marzo de 2017 se emitieron mil 551.2 millones de facturas, 4.2 por ciento más que en el mismo periodo de 2016, lo que es igual a un promedio de 199 documentos por segundo, de acuerdo con el propio organismo.
Operaciones inexistentes
En su edición del 7 de marzo Excélsior publicó que el valor de las operaciones inexistentes realizadas por empresas “fantasma” ascendió a 900 mil millones de pesos, según declaraciones del jefe del Servicio de Administración Tributaria, Osvaldo Santín Quiroz.
Para entonces, dicho monto fue mayor en más de 207 por ciento, en comparación con el reportado por el organismo el 30 de septiembre de 2016, y documentado por este diario en la edición del sábado 1 de octubre.
En esa fecha, el Administrador General de Auditoría Fiscal, Ernesto Luna, reveló que el SAT investigaba a 13 mil empresas, de las cuales al menos 10 mil no cumplían con requisitos legales y facturaron operaciones inexistentes por un monto de 293 mil millones de pesos.