Oaxaca de Juárez, 25 de junio. Cuando tenemos algunos kilos de más podemos intentarlo todo: complementos y vitaminas carísimas, fajas, tratamientos, dietas milagro, clases de aeróbics, dejar la alacena vacía, etc. Lamentablemente, a pesar de todos estos sacrificios notamos que no estamos bajando de peso, al punto de pensar que nuestro metabolismo es así, que tenemos algún problema hereditario o que no podemos hacer nada para cambiarlo.
Tal vez te haya pasado y sientas frustración porque tus esfuerzos no están dando frutos como te gustaría, pero ¿si te dijera que probablemente no estás perdiendo peso por errores muy sencillos?
COMIDA CHATARRA
Muchas veces nuestro tren de vida nos hace más difícil la tarea de ir al mercado y preparar platillos balanceados en casa. Es posible que en ocasiones volvamos tarde a casa y lo último que queramos sea hacer filas interminables en el supermercado. Entonces pensamos que lo más sencillo es pasar por comida rápida o pedir algo a domicilio.
Estos alimentos que nos satisfacen muy rápido lamentablemente están llenos de grasas, sal y aditivos, sin mencionar que el origen de sus ingredientes muchas veces es dudoso. Comer una hamburguesa con papas y refresco equivale a más de 700 kcal, más de la mitad de la ingesta recomendada.
Aunque parece una solución fácil, esos pequeños placeres nos hacen subir rápidamente de peso, y quemar esas calorías resulta muy difícil.
Las pequeñas decisiones positivas que hagas en tu alimentación darán resultados a mediano plazo.
NO DESAYUNAR
Muchas pesonas cometen el error de pensar que es bueno saltarse el desayuno. Tal vez pienses que puedes aguantar el hambre hasta más tarde o que comer por las mañanas sólo te hace consumir más calorías. La verdad es que el desayuno es la comida más importante del día, ya que tu cuerpo necesita proteínas, fibras, carbohidratos y agua para tener energías y mantener niveles de azúcar estables.
Al saltarte esta comida, estás volviendo tu metabolismo más lento, por lo cual quemará menos calorías durante el día. Esto provoca que tu grasa corporal aumente 8% en un año, además de que podrá causarte otros problemas como gastritis, dolores de cabeza o bajones de energía durante el día.
BEBIDAS ALCOHÓLICAS
Las bebidas que contienen alcohol como el vino, el whisky y la cerveza están llenas de calorías escondidas. Si estás haciendo una dieta para bajar de peso, puede que salir a tomar de vez en cuando te parezca inofensivo. La verdad es que una cerveza contiene las mismas calorías que 3 rebanadas de pan, y que los cócteles dulces contienen además bastante azúcar.
Aunque el vino es relativamente bajo en calorías, piensa que 2 copas de vino equivalen a comer una ensalada.
Por si fuera poco, tomar alcohol abre tu apetito, lo que te lleva a comer más que de costumbre.
Aunque parezca un gusto inofensivo, puede que tu consumo de alcohol esté saboteando tu peso.
HACER EJERCICIO SIN CUIDAR TU ALIMENTACIÓN
Muchos de nosotros pensamos que si hacemos ejercicio un par de veces por semana, tenemos derecho de comer lo que queramos después. Aunque suena muy lindo en teoría, en la práctica no es así.
Hacer ejercicio y comer más hará inevitablemente que subas de peso.
Para que el ejercicio sea efectivo, debe estar acompañado de una dieta balanceada que te permita estar satisfecho por más tiempo.
Si tienes mucha hambre después de un entrenamiento, te recomendamos tomar un tentempié rico en proteínas y bajo en grasas, como un vaso de leche, un yogurt, un poco de jamón, una banana o una manzana con un poco de crema de cacahuate.
Sigue estos sencillos consejos y verás que pronto dejarás de ganar peso.
Fuente: Rebañando/Por un México Inteligente