Oaxaca de Juárez, 30 de marzo.-Otro de los partidos morralla, el Encuentro Social, se sumó a última hora a la alianza Juntos Hacemos Más, para apoyar al candidato oficial a la gubernatura del estado y así también conservar su registro y lograr algún hueso para sus dirigentes si triunfa la imposición. Con éste y los oportunistas Verde Ecologista y Panal, son cuatro los que integran la coalición encabezada por el priismo, lo que es ya una gran ventaja para el continuismo de la mafia que durante muchos años ha saqueado a Oaxaca enriqueciendo al equipo de gobierno de cada sexenio. Según informó el Instituto Estatal Electoral y de Participación Ciudadana de Oaxaca, son siete los candidatos a ocupar el cargo, pero posteriormente en los diarios se dijo que se había agregado uno más, con lo que la dividida elección del próximo cinco de junio es la mejor garantía del ya probado divide y vencerás.
Es muy probable que las alianzas establecidas hasta hoy se conserven para la elección, el mismo día cinco, de los 25 diputados locales y 153 presidentes municipales donde rige el sistema de partidos políticos, porque a estos les conviene mantener en esa forma su registro para seguir gozando de las prerrogativas que les otorga la ley electoral, y que son más generosas durante las campañas políticas, en las que hacen su agosto para aumentar sus inmensos ingresos. Los dirigentes de estos partidos deberían levantarle un monumento al perro Jolopo (José López Portillo), porque fue el autor de este robo a la nación para distribuirlo entre ellos y evitar que hubiera líderes que encabezaran movimientos de protesta contra la corrupción y la impunidad imperantes que institucionalizó y que continúan incrementándose en cada campaña electoral.
Según informe de la Dirección de Servicios de Investigación y Análisis de la Cámara de Diputados, para las campañas electorales de este año se gastarán 27 mil millones de pesos, y para la bolsa de financiamiento público para los nueve partidos políticos con registro la cantidad ascendió a alrededor de cuatro mil millones de pesos, lo que significa que las elecciones locales ordinarias de 2016 costarán el doble que las de hace seis años. Entre los presupuestos solicitados por los organismos locales electorales, que llegan a seis mil 56 millones, y el destinado por el Instituto Nacional Electoral para ese fin, suman siete mil 364 millones de pesos, lo que nos da una idea del tiradero de dinero del gobierno de la República para el sostenimiento de la clase política mexicana, aunque en cada ocasión se repita que es el costo de la democracia, pero manejada exclusivamente por las cúpulas partidistas y la alta burocracia gubernamental, ya que al pueblo sólo le llegan las consignas a través de las boletas electorales, que aunque se llenen de desahogos personales, no cuentan más que como votos adicionales para los partidos.
Durante la firma del convenio de colaboración, efectuada el lunes pasado entre el IEEPCO y el Instituto de Acceso a la Información Pública, el presidente de este organismo declaró que los partidos políticos son ahora nuevos sujetos obligados a transparentarse, por considerárseles entes que reciben y ejercen recursos públicos. Subrayó que tienen la obligación legal de migrar a una plataforma nacional de transparencia, misma que deberá estar en operación en mayo de este año. Reconoció “la gran desconfianza de la sociedad hacia su gobierno, originada en parte por la falta de transparencia en las instituciones políticas, no sólo por la opacidad en el uso de los recursos, sino que los partidos políticos deben transparentar inclusive los procesos de selección de candidatos”. Sin embargo, como ya conocemos a los dirigentes partidistas y sabemos que son costales de mañas, siempre encontrarán las formas de justificar los cuantiosos gastos que no realizan más que en una mínima parte, porque la mayoría la aportan sus simpatizantes adinerados, a quienes favorecen con fabulosos negocios al llegar al poder.
Ante los consejeros electorales, que son los más allegados a los partidos políticos, el titular del IAIP también reconoció que “garantizar el acceso a la información pública y la protección de datos personales es base fundamental para dar paso a otros conceptos, como la transparencia proactiva y el gobierno abierto, con lo cual configuraremos una sociedad más participativa y mejor informada que haga contrapeso al poder”. Por su parte, el presidente consejero del IEEPCO dijo que la transparencia “es un componente esencial para el fortalecimiento de la democracia y la rendición de cuentas. Si la ciudadanía cuenta con más mecanismos para observar las acciones del gobierno, tendrá más información para la toma de decisiones y pedir cuentas”. Desde luego estos pronunciamientos, de funcionarios menores, son de sobra conocidos por la ciudadanía, que en diferentes formas y por diversos medios, vive informada de todos los movimientos oficiales. No se cree ni se engaña con los dichos gubernamentales, porque tal vez conozca mejor que los altos funcionarios su comportamiento y forma de actuar, por eso califica de corrupto e impune al sistema.
Ahora que tanto se ha hablado de la equidad de género, o sea de que la participación de la mujer en política sea igual que la del hombre, en número de representación popular y de desempeño de puestos públicos, se informa que por este concepto, el gasto de los partidos políticos para fomentar la participación femenina fue de 507.1 millones de pesos, sin que se den mayores explicaciones. Por eso la única forma viable de terminar con ese despilfarro de dinero, que tanta falta hace entre las clases marginadas, que carecen de los mínimos servicios de asistencia social, es la reforma a la ley electoral que suprima toda clase de subsidios a los partidos políticos, con lo que podría hablarse del inicio de una verdadera democracia.
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