Oaxaca de Juárez, 24 de septiembre. Fue en 1984 que nacieron las memorias flash, gracias al Dr. Fujio Masuoka, quien sentía gran convicción por crear una memoria no volátil, que almacenara los datos incluso cuando no contara con suministro eléctrico.
SanDisk, en 1994 comenzó a comercializar las tarjetas de memoria (Compact Flash), basadas en estos circuitos de almacenamiento, y en nuestros días están integradas en dispositivos como nuestro Smartphone, Mp3 móviles, tarjetas de memoria para videoconsolas y más. memorias_flash
Desde los 80, se está duplicando su capacidad de almacenamiento, pasaron de tener capacidades de tan solo 16 MB, 128 MB O 512 MB a tener 1 GB y superar la cifra con hasta 32 GB, pero cada vez necesitamos más capacidad gracias al avance de la tecnología.
En la actualidad las memorias flash se adaptan a los sistemas operativos más modernos, cuando años atrás era necesario instalar drivers para poder hacer uso de ellas. Hoy en día, con solo conectarlas a la computadora mediante al puerto USB, el ordenador lo considera como un “Disco extraible” y podemos empezar a guardar archivos, crear carpetas y más, ¿Lo mejor? Podemos llevar nuestros archivos a todos los lugares que deseemos.
Un mundo, ¿Inteligente?
El avance de las memorias flash no queda allí, siguen evolucionando y se dice que serán las protagonistas de las ciudades inteligentes.
La demanda de memorias que sean pequeñas, flexibles y pequeñas crece, el usuario busca características nuevas por un costo razonable.
Integrar memorias flash en los artefactos indica una cosa, el cambiar lo tradicional y dar un salto hacia una cotidianidad llena de nuevas tecnologías, estaremos rodeados de “objetos inteligentes” o mejor conocido como el “internet de las cosas”
La tecnología ya está preparada para para incorporar los objetos a la red, la conectividad ha crecido de forma increíble en la última década, 3G, 4G, WiFi, pero, ¿De verdad estamos preparados para adaptar la tecnología a objetos como un enchufe o una bombillas? Es hacia esa dirección adonde apunta el uso de memorias flash, el poder incluirlas en dispositivos pequeños para tener la capacidad de recopilar información y enviarla a la red.
La información recolectada servirá de puente para las acciones que realizarán esos objetos, que la bombilla sepa cuánta luz requiere la habitación o el hacer que el aire acondicionado detecte cuando hace falta frío o calor.
Lo que se busca es que toda esa información que se genera sea procesada para que sea útil y se transmita de manera inteligente.
Esta forma de almacenar información en un chip, puede ser tan mínima como la cabeza de un alfiler, tan solo un centímetro cuadrado, ¿Pequeño no?, pero a pesar de su tamaño es capaz de aguantar lluvia, altas temperaturas o viento.
Se puede decir que el impedimento sigue siendo el precio, ya que lo inteligente sale caro, pero existen factores que ayudarán a reducir los costos “Cada año bajan los precios y aumentan la capacidad”. Según los expertos, el punto de ebullición del internet de las cosas será en el año 2020.
Y tú, ¿Estás listo para vivir en un mundo totalmente inteligente?
Con información de: arrobageek.com