Oaxaca de Juárez, 2 de diciembre. Vaya arranque que tuvieron dos de los tres gobernadores que rindieron protesta ayer en otros tantos estados donde hubo alternancia.
En Oaxaca ocurrió lo nunca visto. El priista Alejandro Murat se convirtió en gobernador de madrugada, en la sede de la Corporación de Radio y Televisión; casi a escondidas y con un quorum de 34 de 42 legisladores.
No hubo condiciones para una ceremonia solemne en el Congreso. El recinto estaba tomado. ¿Sabe por quién? Por el “gobierno paralelo” de los maestros de la Sección 22 que querían impedir la toma de protesta.
El marco del relevo en el gobierno fue el colapso provocado en carreteras y avenidas por 37 bloqueos y la ocupación del recinto legislativo por los agitados maestros oaxaqueños.
Murat hereda del decepcionante aliancista, Gabino Cué, un verdadero “desastre económico”. El estado está quebrado, endeudado, alborotado, desordenado.
- Miguel Ángel Yunes había prometido “cimbrar al país” el 1 de diciembre del 2016, cuando rindiera protesta como gobernador de Veracruz. Ya es mandatario estatal, pero no dio la nota anunciada.
Impactó mucho más la inesperada renuncia de Agustín Carstens al Banco de México. El prestigioso funcionario abonó a la incertidumbre. Se depreció el peso y bajó la bolsa, a pesar de que se va hasta dentro de siete meses.
Prefirió ser gerente del Banco de Pagos Internacionales, el llamado Banco de Bancos, a lidiar los años que vienen con el huracán Donald.
En Veracruz tampoco hubo un relevo propio de la normalidad democrática. Nadie sabe dónde está su predecesor, el priista Javier Duarte. Anda prófugo por ladrón y atascado. No va a ser fácil agarrarlo. “Repartió mucho dinero y los beneficiarios lo protegen”, nos dicen en la PGR.
Yunes, eso sí, dijo muy orondo que ya recuperó mil 200 millones de pesos que desviaron Duarte y sus socios, José Janelo y Moisés Mansur. “Las arcas públicas están vacías, pero llenas de documentos que hay que pagar”, recalcó.
Sin duda que los exgobernadores de estos dos estados aplicaron lo que popularmente se conoce como el “Año de Hidalgo”: “Que chingue a su madre el que deje algo…”
El único estado donde hubo normalidad en la alternancia fue Aguascalientes. El panista Martín Orozco reemplazó al priista Carlos Lozano de la Torre. Allí no hay colapso económico ni exgobernador en fuga ni maestros disidentes en permanente movimiento.
- Hay desconcierto entre cinco aspirantes del PAN a la gubernatura del Estado de México. Hace alrededor de un mes les avisaron que iban a ser convocados a dialogar con la dirigencia nacional que encabeza Ricardo Anaya.
Fue lo último que supieron Ulises Ramírez, José Luís Durán, Laura Rojas, Juan Rodolfo Sánchez y Juan Carlos Núñez Armas. Pero no ha habido fecha, ni hora, ni reunión. Blackout total.
El mutis del CEN comienza a preocupar. Algunos ya se imaginan escenarios de negociación al margen. Unos suponen que el jefe nacional está esperando que Josefina Vázquez Mota se defina.
Pero hay quien desborda su imaginación y comenta en voz baja los rumores de que se estaría negociando un acuerdo que entregaría la candidatura de una coalición a la izquierda, a cambio de apoyar a Anaya para la presidencial del 18.
El tema se lo había escuchado a Miguel Barbosa, pero francamente más bien parece política ficción.
- A Donald Trump no se le puede reprochar que se valga de incentivos fiscales para evitar que empresas estadunidenses, como Carrier, emigren al extranjero. Son compromisos de campaña.
Lo que no se vale es que ni siquiera se haya disculpado por su discurso antimexicano que sirvió de eje para jalar los votos de los blancos resentidos con el sistema. A nadie se le olvida que llamó a los migrantes de origen mexicano criminales, traficantes, violadores. Dijo también que no éramos amigos de los gringos.
Pero mientras mister Trump explotó con éxito la mexicanofobia de los gringos blancos resentidos por ocho años de un presidente negro, hay quien sí valora el talento de los mexicoamericanos. Hablamos del gobernador demócrata de California, Jerry Brown.
El hombre designó a Xavier Becerra como procurador General de California. El movimiento lo coloca automáticamente como aspirante a la gubernatura de California, la séptima economía mundial. El político de origen mexicano es el segundo hombre más poderoso del estado, después del gobernador. No todo son malas noticias de Estados Unidos.
- La invitación a escuchar la conferencia de Luis Mandoki en el auditorio Octavio Paz del Senado de la República decía irónicamente “cupo limitado”. Pero al talentoso y reconocido cineasta mexicano lo dejaron solo.
Ni un solo senador estuvo presente durante su intervención. De las cinco sillas en el presídium sólo dos fueron ocupadas, incluso en buena parte de la sesión de preguntas y respuestas. Ni siquiera el senador del PT, Marco Antonio Blásquez, anunciado en el programa.
El auditorio ni a la mitad. Alguien preguntó al laureado cineasta sobre los recortes en el presupuesto a Imcine. “Dolorosos. Nunca voy a estar de acuerdo. Cada vez se ve a la cultura con menos importancia. Es un error. No podemos depender de la política”, recalcó.
El Arsenal