Oaxaca de Juárez, 9 de enero. En la época de los sesentas, hubo un cómic muy famoso que causó un gran impacto por el argumento que manejaba. Se trataba de “Fantomas”, un pillo elegante con diferentes caretas que lo hacía muy atractivo.
Se trataba de un ladrón que cometió robos espectaculares solo por su satisfacción, a manera de “retos” siendo la meta en cada uno de sus robos la audacia y la innovación. También cometía fechorías en aras de invertir su fortuna en fondos para combatir la pobreza o ayudar universidades y bibliotecas. ¿Les suena a Gabino Cué?
Gabino, que no es un hombre culto, más bien mediano y sin gusto, como Fantomas engañó a muchos al usar una máscara “blanca” o una variedad de disfraces de modo que su verdadera identidad nunca fue revelada. Se hizo pasar por tonto, pero no por ratero y pero al final la verdad salió a relucir. Un vulgar ladrón.
Sus historias abarcaban varios ámbitos, desde robos y fraudes realizados con gran ingenio, (outsourcing) hasta ciencia ficción, pasando por situaciones sobrenaturales, dramas y comedia. La principal característica de la publicación -y que la hacían diferentes de todas las demás- era su carga cultural, ya sea por las obras de arte de las cuales se apoderaba (aseguran hasta se robó la Cruz de Piedra que presume en su cuenta de facebook) o por las contraseñas que usaba para ingresar a su refugio secreto, las cuales eran siempre citas de la literatura universal (no aquí le falló a Gabino, era tan silvestre como su prestanombres Jorge Castillo, ambos incultos bueno uno pasó medianamente por la Universidad y el otro sólo cursó hasta la preparatoria).
Y, como Fantomas, Cué tenía un marcado tono socialista a la usanza de los intelectuales europeos de los años setenta; denunciaba el acaparamiento de riqueza en pocas manos -jaja, esto antes de que se convirtiera en gobernador- ya que en la historia de Oaxaca no ha habido nadie más ratero que el ex Convergente.
Sólo como dato, el periódico Excélsior difunde este día que los gobiernos de 26 entidades federativas incurrieron en actos de corrupción que implicaron un daño al patrimonio federal y estatal por 245 mil 895 millones 62 mil 848.16 pesos, cifra superior a la cancelación del subsidio a la gasolina, por 200 mil millones de pesos, que generó el gasolinazo, y mayor al recorte presupuestal federal aprobado para 2017, que asciende a 239 mil 700 millones de pesos y representa 1.2% del PIB nacional.
La auditoría mil 74, del año 2014, detectó el desvío de mil 66 millones 661 mil 100 pesos del Fondo de Aportaciones para la Educación Básica y Normal: en 2013, a ese mismo Fondo se detectaron desvíos por 313 millones 145 mil 400 pesos, y en 2012 fue por 945 millones 309 mil 400 pesos, por pagos irregulares, sueldo a aviadores, pago de Adefas, compensaciones no autorizadas, comisiones sindicales irregulares y el uso de este dinero para pagar el impuesto del 2% sobre nómina.
Cué le hizo un daño tremendo a la economía de Oaxaca, el hoy multimillonario, (antes no tenía ni para su campaña, hasta el pidió dinero prestado a Carlos Ahumanda el ex novio de Rosario Robles) quien lo grabó y desnudó y con todo y esto los oaxaqueños votaron por este pillo y su pandilla.
Esperemos que el actual gobernador Alejandro Murat lo persiga y encarcele, y que no acabe como el cómic que tuvo que desaparecer precisamente por actos de corrupción al interior de la empresa.