Oaxaca de Juárez, 23 de noviembre. De acuerdo a un estudio realizado por investigadores de las Universidades de Southampton y Edimburgo, las personas que beben hasta siete tazas de café al día, pueden reducir significativamente sus probabilidades de muerte prematura, entre otros beneficios.
Tras analizar la evidencia de 201 estudios observacionales y 17 estudios que tenían datos agregados de ensayos clínicos realizados en diferentes países y en todos los entornos socioeconómicos, los especialistas pudieron evidenciar que beber de tres a cuatro tazas de café al día, está asociado con un menor riesgo de muerte y enfermedad cardíaca, en comparación con las personas que no beben café.
Además, el consumo moderado de café también se relacionó con un menor riesgo de padecer algunos tipos de cáncer, diabetes, enfermedad hepática, enfermedad de Parkinson, depresión y Alzheimer.
El café es una mezcla compleja de más de 1000 compuestos bioactivos, algunos con efectos antioxidantes, antiinflamatorios, antifibróticos o anticancerígenos potencialmente terapéuticos. Los compuestos activos clave incluyen cafeína, ácidos clorogénicos y los diterpenos: cafestol y kahweol.
Hubo menos evidencia de los efectos favorables en el consumo de café descafeinado, pero se pudo evidenciar beneficios similares para una serie de resultados.
Los investigadores afirman que los beneficios para la salud que puede ofrecer el tomar café, no se observan en las mujeres embarazadas, donde los altos niveles de su consumo están vinculados a bajas tasas de natalidad, nacimientos prematuros y pérdida de embarazos.
La evidencia encontrada surge principalmente de datos observacionales, por lo que no se pueden sacar conclusiones firmes sobre causa y efecto; sin embargo, los hallazgos obtenidos en este estudio son consistentes y respaldan otras revisiones recientes y estudios que evalúan los efectos de la ingesta de café.
El café es una de las bebidas más consumidas en todo el mundo y podría tener beneficios positivos para la salud. No obstante, se requiere la realización de más ensayos controlados a fin de fortalecer la evidencia de los beneficios observados.
Los autores del estudio manifiestan que aunque existe evidencia que soporta que la ingesta de café es generalmente segura, los doctores no deberían recomendarlo para prevenir enfermedades, y la gente no debería comenzar a tomar café por razones de salud.
Finalmente, el café a menudo se consume con productos ricos en azúcares refinadas y grasas no saludables, y estos pueden contribuir de forma independiente a tener resultados adversos para la salud.
Incluso con estas advertencias, el consumo moderado de café parece notablemente seguro, y la mayoría de la población adulta puede incorporarlo como parte de una dieta saludable.