Oaxaca de Juárez, 2 de octubre. La violencia con la que un tsunami golpeó la isla indonesia de Palu el pasado viernes, con olas de más de seis metros de altura, no sólo sorprendió a los residentes de la región de Indonesia, sino también a la comunidad científica.
En primer lugar, las condiciones geológicas del lugar contribuyeron al grave impacto del sismo, de magnitud 7.5 que precedió al tsunami. Hamza Latief, del Instituto de Teconología de Bandung, Indonesia, explicó a la BBC que el hecho de que la ciudad se asiente en sedimentos amplificó las ondas sísmicas, a diferencia de los terrenos rocosos, que las absorben mucho mejor.
Sobre el alcance del tsunami, el profesor Philip Liu Li-Fan, de la Universidad Nacional de Singapur, reconoce su asombro: “Normalmente no prestamos mucha atención a la falla de Palu-Koru en cuanto a tsunamis”, y explicó que eso es porque el movimiento de las placas es horizontal, no vertical, lo que casi nunca provoca olas relevantes.
Liu reconoció que aún tratan de entender por qué ocurrió, y explicó que pudo ser que el terremoto generara un corrimiento de tierras subacuático que amplificara las olas, “o puede que haya imprecisiones en la descripción de la falla”, reconoció.
Entre tanto, las tareas de recuperación de cadáveres y asistencia a supervivientes continúan, y según el último reporte oficial, ya hay al menos mil 203 muertos.